"Cuando regrese a Venezuela voy a saltar sobre mi familia y ellos sobre mí", dijo Mendoza, en la primera rueda de prensa que dio en Nha Trang, Vietnam.
Una hora y media después de recibir de manos de la japonesa Riyo Mori la corona distintiva de oro blanco y amarillo, adornada con piedras preciosas y valorada en 120.000 dólares, fue que la soberana universal pudo comunicarse con sus padres en Venezuela.
"Lo primero que hizo fue interrogarnos: '¿Les gustó? ¿cómo estuve? ¿qué les pareció?", comenta su padre Willy Mendoza. "Pero luego nos llamó a las 4:00 de la mañana, hora local, para decirnos que estaba muy cansada".
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